Familiares de las víctimas de aquella confusa intervención policial, que pretendía el desalojo de los campesinos de la finca de Campos Morombí, todavía siguen clamando justicia a prácticamente 5 años de la masacre.
En fuego cruzado entre supuestamente labriegos que reclamaban tierras y policías, un total de 17 personas, repartidas en ambos bandos, perdieron la vida.
La Justicia condenó a 11 campesinos a elevadas penas que fueron desde unos históricos 30 y 20 años de cárcel, a otros que recibieron entre 18 y 4 años de privación de libertad
Martina Paredes, hermana de dos agricultores fallecidos en medio del tiroteo, cuestiona que los órganos judiciales hayan condenado a los civiles bajo argumentos que siempre fueron cuestionados. La misma manifestó en entrevista con la 800AM que seguirán en su lucha, recurriendo a organismos internacionales.