Innovación. Ésta es la palabra que predomina entre los apasionados por la actividad física, siempre ávidos de probar nuevas experiencias, para crear nuevos métodos de entrenamiento. Desde hace tiempo, la originalidad se convirtió en una característica primordial al momento de elaborar una nueva rutina de ejercicios fitness, nuevos modelos que intentan escapar a los tradicionales aparatos de gimnasios y las clásicas clases aeróbicas. Para ello se recurre a prácticas, superficies y elementos no tan convencionales.
Desde hace bastante tiempo, existen métodos basados en utilizar el propio cuerpo, como la calistenia, donde la herramienta para trabajar cada músculo se remite al peso corporal. Totalmente opuesto a ello, también aparecieron otros en los que la gravedad no influye. Entrenamientos combinados con populares modalidades que cada día ganan más adeptos. En pos de incursionar en excéntricas variantes, distintas disciplinas fit se orientan a desafiar la lógica, entrenando sin gravedad.
AntiGravity Yoga
Las clases infunden comúnmente poses tradicionales del yoga con acrobacias. / Foto: iStock.
La ancestral disciplina originada en la India fue evolucionando, surgiendo con el tiempo distintas maneras de practicarlo. Una de las últimas consiste en desafiar la gravedad. Similar a la tarea que realizan acróbatas y expertos gimnastas, el AntiGravity Yoga propone colgarse de una hamaca elástica (suspendida de dos soportes ubicados en el techo) para desarrollar las clásicas posturas en el aire. Fusionando los principios del pilates, la danza y la gimnasia acrobática, permite alcanzar diferentes estiramientos y movimientos para llegar a los músculos más profundos y lograr resultados que otras rutinas de entrenamiento no son capaces de ofrecer.
El ejercicio proporciona el alargamiento del músculo del cuerpo y la descompresión. / Foto: iStock.
Al trabajar en suspensión, la columna vertebral no recibe durante la sesión ninguna presión, y se fomenta la alineación y descompresión intervertebral. Es una actividad ideal para incrementar el nivel de flexibilidad, fuerza y equilibrio, pero no dejando al margen los beneficios mentales y espirituales, propios de la esencia del yoga. También, para problemas lumbares, de articulaciones y vértebras. Quienes lo probaron aducen que tras una sesión se disfruta de una relajante ligereza corporal. La zona del core es la que más trabaja: abdomen, glúteos y parte baja de la espalda. La actriz Gwyneth Paltrow y la cantante Mariah Carey son algunas de las celebridades que la prefieren.
Alter G
Andrés Iniesta es uno de los jugadores de Barcelona que utiliza el sistema para recuperarse de las lesiones.
Se trata de un método que tiene como objetivo reducir el impacto del peso del cuerpo en los músculos y articulaciones. Diseñada por el ingeniero Robert Whalen, es creada basada en conceptos y tecnología del sistema que emplea la NASA para los astronautas para recuperarse cuando regresan a la Tierra después de haber vivido sin gravedad. ¿Cómo funciona? La fuerza del aire empuja y es la que permite a las personas (especialmente aquellas con sobrepeso o los deportistas) entrenar en lugares sin gravedad y sin tener que forzar en exceso los músculos.
La cinta de correr permite eliminar hasta el 80% del peso corporal mientras el usuario se ejercita con la mitad del cuerpo dentro de una burbuja presurizada que ayuda a que no sea necesaria la gravedad para ponerse en forma. Es decir, si con la carrera normal el impacto que hace el pie con el suelo es equivalente a dos veces el peso corporal, con esta ingravidez se puede recudir hasta menos de la mitad del peso corporal.
La máquina antigravedad está ideada sobe el concepto del modelo diseñado por la NASA para los programas de entrenamiento de los astronautas.
El fondista y múltiple medallista olímpico Mo Farah, el tenista Rafael Nadal, futbolistas del Real Madrid y del Barcelona son solo algunos de los reconocidos deportistas que utilizan la máquina de ingravidez -ya que la poseen en sus centros de entrenamientos-, no solo para entrenar, sino también para recuperar el físico: esta técnica es ideal para la rehabilitación de lesiones, especialmente aquellas en las que se ve implicado el miembro inferior.
Pole Dance
Los seguidores del Pole Dance quieren que la práctica sea olímpica. / Foto: iStock.
Junto al Zumba y el CrossFit, el Pole Dance se convirtió en una de las practicas que mayor popularidad sumó en los últimos años. El “baile en el caño” pasó del erotismo a la acrobacia, ganando miles de seguidores a lo largo y ancho del planeta. En esta disciplina que busca escapar de los prejuicios también es fundamental la fuerza, la flexibilidad, la coordinación, la destreza y la concentración. La clave es lograr una conexión total con el caño para poder moverse a través y alrededor de él como si la gravedad no existiese.
En general, lo eligen las mujeres, aunque cada vez más los hombres se animan. Como es el caso de Dan Romanov, un experto gimnasta ruso que con sus videos de pole fitness muestra rutinas que cautivan el asombro general. Ostentando una gran fuerza en los músculos, sorprende con su habilidad para “caminar en el aire”, desafiando las leyes de gravedad.
Aqua Fit
El running y el ciclismo son dos variantes muy productivas. Correr 15 minutos en una piscina con el agua equivale a una hora de carrera en tierra. / Foto: iStock.
Al sumergirse en el agua, el cuerpo se va “deshaciendo” del peso. La flotabilidad o efecto anti gravedad del agua, proporciona a ciertos ejercicios para evitar el estrés en zonas corporales. Esto significa que, al sufrir dolores en las articulaciones o de alguna enfermedad crónica conjunta como la artritis o la escoliosis, el Aqua Fit proporciona un entorno seguro y suave.
En distintas instituciones deportivas se emplea el método de un modo particular llamado water running, que consiste en entrenar a sus jugadores en una piscina, haciéndolos ir de una punta a otra. Otra de las variantes con la misma esencia, ligada al ciclismo, es el water cycling, debiendo pedalear inmersos en el agua.
Con información de Infobae.