No hay duda que Instagram crece cada vez más y que su aplicación pasó de ser una simple herramienta para tomar fotografías, a un importante estilo de vida tanto en el ámbito personal como en el laboral.
Tras haber sido adquirida por Facebook por $1,000 millones en 2012, la empresa tuvo la dicha de mudarse de oficina en el 2016 a un edificio propio de tres pisos muy cercano a la sede principal de Facebook en Menlo Park, California.
Para el desarrollo de esta nueva base, los responsables de Instagram se asociaron con la firma de diseño Gensler para crear un nuevo espacio que “se siente como una versión 3D de la aplicación“, según una portavoz.
Oficina de ensueño
Alrededor de 350 empleados tienen acceso a una cafetería, micro-cocinas altamente equipadas con bebidas y comida en cada piso, una biblioteca y espacios que ciertamente permiten a uno relajarse por completo mientras realizan su trabajo.
Cada sala de conferencias lleva el nombre de un tema diferente. Este se nombra después de un cuarto oscuro, que los fotógrafos utilizan para procesar fotos análogas.
Incluso existe una pared de fotos con cámaras Instax para que los empleados y visitantes puedan documentar sus visitas en algunas paredes.