Las anomalías perturban u obsesionan. La rareza tiene el poder de ser despreciable o estimable hasta límites que superan las barreras de la prudencia. El pigmento de las pieles humanas tienen un poder sobrenatural desde los tiempos cavernarios.
El choque entre dos personas con características físicas opuestas siempre provocará una filia o una fobia por el otro, muy pocas veces se alcanza un punto intermedio.
Así como los negros históricamente han representado una singularidad en la mayoría de las naciones del mundo, los albinos ejercen ese mismo impacto visual, social, racial y cultural en muchas naciones africanas. Esa dualidad combativa ha desembocado en un rechazo absoluto, en una persecución incesante de los hombres de piel blanca y ojos rojos.
Una clara incongruencia: los africanos (de piel oscura, la condición física “normal”) , que tanto han sido perseguidos por su tono de piel desprecian con esa misma ferocidad a la raza de oro, el clan de los hombres invisibles (tal y como lo enunció H. G. Wells en su libro The Invisible Man).
Aunque la invisibilidad es sólo una metáfora con fines literarios, en naciones como Tanzania y Malawi, los albinos son imperceptibles, o al menos el resto de la población pone un empeño religioso para que así sea. No importa que sea un familiar, alguien que pudo ser querido pero a quien su genética le jugó chueco y no logró pigmentar su piel de la misma forma que a sus hermanos.
En ambos casos, los albinos son perseguidos por traficantes para vender sus cuerpos en el mercado negro, sobretodo para rituales de brujería. Todas las partes de su anatomía son valiosas y cotizadas porque se cree que tienen poderes mágicos, que atraen la buena suerte que tanto les falta. El precio de un cuerpo sin pigmentación puede alcanzar hasta los 600 mil euros.
De acuerdo con Al Jazeera, la Asociación de Personas con Albinismo en Malawi (APAM), el gobierno ha presentado una fuerte negativa para perseguir y castigar a los sospechosos de atacar y asesinar albinos, lo que ha provocado que alrededor de 10 mil personas con esa condición se sientan “vulnerables y ansiosos”.
El medio advierte que desde finales del 2014, varias organizaciones defensoras de los derechos humanos detectaron un incremento significativo en los ataques a personas con albinismo, acompañado de un aumento del número de criminales que se dedican a capturarlos para venderlos en el mercado ilícito. El nuevo negocio inhumano que, de acuerdo con Amnistía Internacional (AI), ha provocado al menos 115 ataques y 20 asesinatos desde el 2015. Sin embargo, ninguno de los casos que han sido llevados a las cortes han recibido una sentencia.
APAM sentencia que los estudiantes ya no regresaron a la escuela, los adultos están evitando asistir a sus trabajos, “restringiendo sus movimientos” con una situación que afecta sus vidas cotidianas. A pesar de que el gobierno asegura que están tomando las medidas necesarias para disminuir el número de amenazas y ataques, AI dice que la población albina sigue viviendo con miedo: en lo que va del año ya se han reportado cinco ataques, entre los que destacan dos asesinatos, muchos de los cuales se llevan a cabo en regiones aisladas y rurales.
A mediados del 2016, un experto independiente en los derechos de la población albina de la Organización de las Naciones Unidas advirtió que si no se tomaban las medidas necesarias, pronto podríamos presenciar una extinción sistemática. La desaparición de los invisibles.
Fuente: Cultura Colectiva