László, cercana al partido de extrema derecha Jobbik, causó indignación mundial al aparecer en un video agrediendo a un padre que llevaba a su hijo en brazos, cuando un grupo de refugiados huía del punto de reunión después de haber pasado allí la noche en condiciones precarias.
Las imágenes de la reportera se difundieron en internet rápidamente y un partido opositor anunció acciones legales contra ella. La Coalición Democrática del ex primer ministro socialdemócrata Ferenc Gyurcsány anunció en un comunicado que el partido “denunciará a la reportera por agredir a refugiados”.
Según afirma el diario británico ‘The Guardian’, la periodista podría pagar hasta a cinco años de prisión si es condenada.