El estadio Antonio Aranda se vistió de gala para la máxima fiesta futbolera del país, con un marco imponente Olimpia y Cerro Porteño disputaron la edición número 287 del superclásico. Olimpia llegaba como único puntero e invicto.
El partido comenzó trabado y con una ligera superioridad franjeada en los primero minutos del partido, generando zozobras al arco defendido por Álvarez, portero de azulgrana. Recién en los últimos diez minutos de la primera parte, Cerro Porteño pudo volcar el trámite del partido hacia campo franjeado con tres llegadas claras que fueron detenidas por Centurión. El primer tiempo terminó con tablas en el marcador.
La segunda parte continuó el mejor rendimiento del equipo dirigido por Roberto ?Tiburón? Torres. El delantero Ortigoza en varias ocasiones estuvo a punto de adelantar a Cerro Porteño pero no pudo con el buen golero franjeado. A los 43 minutos del segundo tiempo, el recién ingresado, Guillermo Beltrán, se juntó con Domínguez quien desbordó y devolvió la pelota al medio para que Beltrán empuje la pelota y marque el único gol del Clásico.
La victoria número 103 del ciclón ante el tradicional rival, sacó el invicto a los dirigidos por Francisco ?Chiqui? Arce y le permite alcanzar la punta en solitario con 13 puntos.