Más de 1.500 muertes ocurrieron a manos de la Policía en ese lapso, señaló la organización de defensa de los derechos humanos.
AI también señaló en su informe, que se publicó el lunes, que se encontraron pruebas de que en 2014, la Policía estuvo detrás de nueve de cada 10 homicidios en Acari, una comunidad pobre del norte de la ciudad.
Según el informe, las muertes en las que está involucrada la Policía “rara vez se investigan”.
“Río de Janeiro es la historia de dos ciudades”, dijo Atila Roque, director de Amnistía Internacional Brasil. “De un lado el brillo y el glamour diseñado para impresionar al mundo, y del otro, una ciudad marcada por las intervenciones represoras de la Policía, que está diezmando a una parte considerable de una generación de hombres jóvenes, negros y pobres”.
La “crisis de seguridad pública, drogas y violencia es muy real y está resultando sumamente contraproducente”, dijo, y agregó que la Policía brasileña es “corrupta” y está “mal equipada”.
José Mariano Beltrame, secretario de Seguridad Pública de Brasil, criticó el informe en un comunicado que envió a CNN.
“Me parece imprudente e injusto publicar el estudio de estos casos en una época en la que los índices de criminalidad están descendiendo en Río”, escribió. Señaló que la Policía arrebató el control a las bandas de narcotraficantes en ciertas zonas y estableció una presencia permanente; agregó que en esas zonas solo hubo 20 homicidios en 2014 en los que la Policía estuvo envuelta, lo cual representa un descenso del 85% en comparación con 2008.
Insistió en que aunque hay zonas en Río que son “zonas de guerra”, la delincuencia en general ha disminuido desde 2007.
Amnistía señaló en su informe que pidió a la Secretaría de Seguridad Pública de Río de Janeiro los reportes de la investigación de todos los homicidios que se describen en su informe, pero se los negaron.
El informe es el más reciente en una serie de controversias que las autoridades locales y estatales están tratando de erradicar antes de las Olimpiadas.
Eduardo Paes, alcalde de Río de Janeiro, dijo a CNN que las Olimpiadas le han dado a la ciudad la oportunidad de mejorar. “Aún hay mucho camino por recorrer, mucho por hacer”, dijo. “Es un gran acontecimiento. Está transformando la ciudad por completo, pero confío en que las cosas saldrán bien”.