El familiar de dos de los procesados por la masacre de Curuguaty, asegura que la fiscalía ni siquiera recuperó el arma homicida que acabó con la vida de los policías, ni pudieron comprobar que los campesinos tuvieron acceso a un armamento con las mismas características que el que se utilizó para acabar con la vida de los efectivos.
Castro, quien ratifica la inocencia de los campesinos procesados, afirma que aceptarán la culpabilidad de sus familiares si es que en realidad existieran pruebas que los vincule al homicidio.
Considera que los organismos de seguridad no están buscando a los verdaderos culpables de la masacre y desmintió el supuesto acuerdo con el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT), que emitió un comunicado diciendo que los familiares de las víctimas de la masacre de Curuguaty aceptaron ser trasladados de las tierras de Marina Cue, donde ocurrió el atentado.