De todos los períodos estacionales, el verano es el último al que se suele asociar mayormente con las alergias. En general, se las vincula más con el otoño o la primavera. Sin embargo, hay algunos tipos de alergias que en la estación veraniega también se presentan con regularidad debido a la alimentación, los ácaros de polvo en las viviendas de vacaciones y a las actividades que se realizan al aire libre, que incrementan la exposición al sol y a los insectos.
El polen es uno de los principales causantes en verano. Foto: iStock.
Las reacciones en piel generadas por el sol se producen habitualmente por el no uso de protector solar, o por la exposición entre las 11:00 y las 16:00 horas. De esta manera, aparecen cuadros de urticaria por vasodilatación y eccemas que suelen empeorar si hay exceso de transpiración.
Las alergias alimentarias se producen cuando el sistema inmune responde a un determinado alimento en una persona previamente sensibilizada. Los casos aumentan a consecuencias de descuidos: “Es muy importante leer detenidamente los ingredientes de los alimentos que se ingieren, especialmente leche, frutos secos (almendras, maní, avellanas) en helados y frutas como melón y kiwi en los postres, sobre todo en personas alérgicas al látex. También hay que prestar atención a la presencia de mariscos o pescados en pastas o ensaladas”, detalló el experto.
En tanto que por acción del polen, los ácaros y otros alérgenos pueden desarrollarse rinoconjuntivitis alérgica y asma. Zwiener enumeró entre los síntomas posibles a la “congestión nasal con estornudos frecuentes y abundante mucosidad acuosa (rinorrea), lagrimeo y picazón de ojos”. Así mismo, se puede desencadenar una crisis de asma con presencia de falta de aire, opresión y silbidos en el pecho.
Los insectos, el cloro y la alimentación, entre otros, son factores de riesgo. Foto: iStock.
En otro aspecto, los insectos responsables de producir reacciones alérgicas más severas por picaduras son las abejas, avispas y hormigas coloradas, que integran el grupo de los himenópteros. En ciertas ocasiones pueden generar también una reacción alérgica generalizada, severa y potencialmente fatal conocida como anafilaxia.
Si eso ocurre, se involucran distintos órganos, aparecen ronchas en todo el cuerpo, se hincha la cara, se presenta el edema de glotis y hay nauseas, vómitos, convulsiones, falta de aire, e inclusive shock con presión arterial baja y pérdida de conciencia. Estos cuadros, por supuesto, representan una emergencia médica.
Las reacciones en piel generadas por el sol se producen habitualmente por el no uso de protector solar. Foto: iStock.
Consejos para evitar la picadura de insectos
-Permanecer alejado del hábitat de los insectos incluyendo panales y hormigueros.
-Evitar las vestimentas con colores vivos y los perfumes intensos, ya que esto atrae a los insectos al confundirse con flores.
-Mantener los alimentos cubiertos hasta consumirlos, debido a que el olor de la comida atrae a los insectos.
-Moverse despacio al estar cerca de insectos voladores.
-No intentar espantarlos.
-No caminar con pies descalzos ni apoyar el torso desnudo sobre el pasto.
-Utilizar repelente.
Para practicar deporte al aire libre se deben tomar las precauciones necesarias. Foto: Shutterstock.
Recomendaciones para evitar la alergia desencadenada por el polen
-Disminuir las actividades al aire libre durante la mañana debido a que hay una mayor presencia en el aire.
-Mantener las puertas y ventanas cerradas en las horas de máxima polinización.
-Cerrar las ventanillas del auto.
-Utilizar equipos de aire acondicionado con filtros para polen.
-Evitar cortar el césped o acostarse sobre él.
-No secar la ropa al exterior porque los granos pueden quedar atrapados.
-Usar anteojos de sol para disminuir el impacto de los granos en las conjuntivas de los ojos.
Con información de Infobae.