Francisco escribió el prefacio del libro de Daniel Pittet titulado “Lo perdono, padre”, en la que cuenta los abusos sufridos cuando era niño por parte de un cura y que el papa define “un testimonio necesario, valioso y valiente”.
Medios italianos publicaron la introducción que hace el papa, donde escribió que “hemos declarado nuestro deber actuar con severidad extrema contra lo sacerdotes que traicionan su misión y con la jerarquía, obispos o cardenales, que los protejan como ha sucedido en pasado”.
Para el papa, este acto de abuso sexual de religiosos a menores es “una monstruosidad absoluta y un horrendo pecado” y se pregunta: “Cómo un cura, al servicio de Cristo y de su Iglesia puede llegar a causar tanto mal?”.
“Cómo puede haber consagrado su vida para conducir a los niños a Dios y sin embargo los devora en lo que he definido un sacrificio diabólico?”, continua el papa.
El pontífice recordó que muchas de las víctimas llegan al suicidio y aseguró que “estos muertos pesan” en su corazón y sobre la consciencia de toda la Iglesia y pide “humildemente perdón a todas las familias afectadas”.
El papa agradeció a Daniel Pittet por plasmar su testimonio en un libro ya que con esto ayuda a “derribar los muros de silencio que sofocaban los escándalos y los sufrimientos y que muestra una terrible zona de sombra en la vida de la Iglesia”.
Asimismo el pontífice, explicó que este testimonio “abre el camino a una justa reparación hacia la gracia de la reconciliación y ayuda a los pederastas a tomar consciencia de las terribles consecuencias de sus acciones”.
Fuente: Telesur