Los peregrinos que desde horas de la madrugada esperan la llegada del Papa Francisco al hospital de niños, se niegan a retirarse sin recibir la bendición del Sumo Pontífice.
“Que se baje para darnos su bendición, estamos acá desde a madrugada, queremos verle al menos”, sentenciaron los fieles, que nuevamente reprocharon la velocidad que tomó el vehículo donde viaja Su Santidad.
Los peregrinos atropellaron las vallas de seguridad dispuestas en las inmediaciones del hospital, con la intención de acercarse al Papa Francisco.