Se trata de del suboficial Narciso Cañete Cáceres, quien baleó a un joven que no se detuvo en una barrera policial instalada de manera irregular.
En el juicio se comprobó, con la versión de otros agentes que estuvieron presentes en el momento, que la orden emitida fue la de altear a un vehículo y que no se trataba de alguien que había cometido un ilícito. Cañete disparó tres veces contra el rodado que iba al mando de Anderson Alberto Medina, en ese entonces con 20 años, la última bala impactó en la columna del joven.
Medina ya fue intervenido quirúrgicamente 4 veces y continúa en proceso de recuperación. Mientras tanto, Cañete ya fue condenado dos veces, en primera instancia por 5 años y tras una apelación de la Fiscalía la pena subió a 7 años, que de igual manera se encuentra muy por debajo de los 13 años que solicitó el Ministerio Público.
El agente nunca fue a la cárcel ni recibió un sumario en la Policía, por lo que sigue prestando servicio. La familia de Medina denuncia hasta la fecha amenazas que reciben mientras continúa el proceso.