Esta vez, la llama pasará por cada estado brasileño a través de 20.000 kilómetros y más de 12.000 personas la trasladarán hasta la inauguración de los juegos el 5 de agosto del 2016.
El diseño buscó fundir el valor histórico de la llama olímpica con el calor humano del pueblo brasileño, en cuyo territorio se realizarán los primeros Juegos Olímpicós de Sudamérica, indicaron los organizadores.
“Sus segmentos horizontales, una vez abierta la antorcha, revelan el cielo, las montañas, el mar y la tierra, representada bajo la forma del paseo marítimo de Copacabana”, aseguró Beth Lula, director de marca de Río 2016.
Una de las principales novedades de Río 2016 es el movimiento de estos segmentos, que se abren y se expanden verticalmente cuando la llama olímpica se transmite de un portador al otro.
Al abrirse, los colores representan los elementos que le dan sabor a Brasil, según la organización: la diversidad armoniosa, la energía contagiosa y su exuberante naturaleza, con la tierra, el mar, las montañas, el cielo y el sol representado además los colores de la bandera brasileña.
Todavía está pendiente saber el día en que la antorcha comenzará su viaje.