Representantes de clubes de la liga china han recibido con desazón la decisión federativa de reducir de cuatro a tres el número de jugadores extranjeros de cada equipo que pueden estar en el campo, una medida tomada para reducir la dependencia de estrellas foráneas y frenar la burbuja de fichajes.
La medida “podría echar por tierra muchos planes de los clubes en pretemporada, e incluso causar pérdidas económicas”, señaló en declaraciones a la agencia oficial Xinhua el presidente del recién ascendido equipo Tianjin Quanjuan, Su Yuhui.
Además, “la nueva política podría tener efectos negativos en nuestra liga, porque sin jugadores internacionales famosos el nivel de los partidos podría bajar”, añadió el directivo.
Desde Shanghái, donde los dos principales clubes de la ciudad han protagonizado los mayores fichajes estrella de la actual pretemporada (el argentino Carlos Tévez por el Shenhua y el brasileño Oscar por el SIPG) también han llegado voces críticas a la medida, anunciada por sorpresa el pasado domingo.
“Ahora los jugadores extranjeros son nuestro principal problema, porque las nuevas regulaciones no nos dieron un periodo de adaptación. Tenemos cinco jugadores en el equipo pero sólo tres pueden jugar, por lo que dos quedarán marginados”, señaló a Xinhua un representante de esos clubes, cuyo nombre no fue revelado.
“Además de perder dinero, tendremos que cambiar nuestra alineación y tácticas, así que podrían llegar nuevos problemas inesperados cuando empiece la temporada”, añadió.
No todos han reaccionado de forma negativa, y curiosamente un extranjero (el técnico alemán Felix Magath, del Shandong Luneng) aseguró que las nuevas regulaciones podrían beneficiar a la larga al fútbol del país.
“Las nuevas reglas darán más oportunidades a los talentos chinos, y reducirán la dependencia de los clubes en estrellas foráneas. Quizá no se notarán efectos a corto plazo, pero beneficiará seguro a la selección nacional”, subrayó la leyenda del fútbol germano en los años 70.
A partir de la nueva temporada, que comenzará en marzo, los clubes chinos podrán seguir teniendo como hasta ahora cinco extranjeros en su plantilla, y se elimina la norma de que uno deba ser asiático, pero sólo tres de ellos podrán estar en un momento dado en el campo, uno menos que hasta ahora.
También se dictó la obligatoriedad de tener al menos dos futbolistas menores de 23 años en la plantilla, y de que, como mínimo, uno de ellos salga como titular en cada partido.
Las medidas se producen después de que las autoridades deportivas chinas criticaran la oleada de fichajes multimillonarios de estrellas europeas y americanas que se está produciendo en la liga nacional, ejemplificadas en el caso de Tévez, que en el Shanghai Shenhua será el jugador mejor pagado del mundo.
El Gobierno chino ha diseñado un plan a largo plazo para mejorar la calidad del balompié del país y equipararlo a los mejores del mundo a mediados de siglo, aunque la estrategia deseada para ello es la promoción de las canteras en el país, frente a la llegada de estrellas foráneas. EFE