“¿Ustedes quieren que Ecuador sea Venezuela?”, expresó el el alcalde opositor de Guayaquil, Jaime Nebot ante miles de simpatizantes que ocuparon la avenida 9 de Octubre de Guayaquil, quienes en coro respondieron “nooo” ante el temor de que el país sea llevado a una crisis económica.
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Nebot cuestionó una reciente declaración del jefe de Estado ecuatoriano, Rafael Correa,, quien sostuvo: “yo respeto mucho a Venezuela, que ha reducido grandemente la pobreza”.
El dirigente guayaquileño criticó la situación en Venezuela, que atraviesa escasez de productos y una elevada inflación en medio de la caída de los precios del petróleo.
Desde el 8 de junio, Correa afronta permanentes movilizaciones que tuvieron como detonante proyectos de ley para elevar impuestos a las herencias y a la plusvalía.
Sectores empresariales, ricos y de clase media encabezan las protestas, que también son alentadas por líderes de oposición, que cuestionan las propuestas tributarias como un castigo al patrimonio familiar y al éxito económico en una sociedad tradicionalmente conservadora.
Acosado por las protestas, el mandatario decidió suspender “temporalmente” el trámite legislativo de las iniciativas, y denunció que detrás de las protestas hay una “conspiración en marcha”.
De forma simultánea con Guayaquil, miles de personas se movilizaron este jueves contra Correa frente a la sede del movimiento oficialista Alianza País, en el norte de Quito.
Ante una “multitud ordenada, pacífica, pero rebelde y contundente”, Nebot dijo que según el gobierno el “derecho a prosperar merece castigo”. “Ese país no lo vamos a aceptar nunca, jamás, porque ese no es Ecuador, ese es Venezuela”, añadió.