Paraguay ya tomó “todas las medidas adecuadas para evitar la impunidad del hecho ilícito y para garantizar la vida y seguridad de la niña y el feto”, dice el comunicado.
La Comisión de Derechos Humanos, que es parte de la Organización de los Estados Americanos (OEA), discrepó recientemente sobre cómo el país está manejando el caso de una niña de 10 años embarazada, tras ser presuntamente violada por su padrastro.
La semana pasada citó un reciente testimonio de expertos de la ONU diciendo el gobierno de Paraguay había “fracasado en su responsabilidad de proteger a la niña de 10 años” y de “proveerla de un crucial y oportuno tratamiento, incluyendo un aborto seguro y terapéutico”.
La cuestión está en la ley paraguaya, que prohíbe abortos excepto en casos en los que el embarazo pone en peligro la vida de la madre. El Ministerio de Salud de Paraguay dijo que no hay indicios de que la salud de la niña está en riesgo.
Sin embargo, la Comisión de Derechos Humanos dijo que la niña, ahora de 26 semanas de embarazo, se enfrenta a una situación grave de salud, con posibilidad significativa de complicaciones. Criticó al gobierno paraguayo por no dar suficiente información sobre el caso y se preguntó si la niña y su familia estaban recibiendo la suficiente información sobre la situación y los significativos riesgos médicos.
El mes pasado, la policía arrestó al padrastro de la niña, de 42 años, acusándolo de violación. Él negó la acusación.
La madre de la niña, de 32 años, también está detenida. Fue imputada por la Fiscalía como presunta cómplice en el abuso sexual de su hija y por supuesta obstrucción en la investigación.
El caso ha atraído la atención internacional y suscitado el debate sobre el tema del incesto, tabú en Sudamérica.
Según datos de UNICEF, en Paraguay, todos los días dos niñas de edades comprendidas entre los 10 y los 14 años dan a luz a un bebé que es el resultado de abusos sexuales.
Según el Ministerio de Salud de Paraguay, en 2014, más de 680 menores, de entre 10 y 14 años, reportaron un embarazo. Paraguay tiene una población de 6,7 millones.