El pequeño y apacible Atyrá, uno de los pueblos más antiguos de Paraguay, desde su fundación en 1538 por los españoles, se prepara para un multitudinario y ruidoso abordaje sin parangón en su larga historia: la llegada del Dakar, que saldrá de esa localidad el lunes, dando inicio a la edición 2017 de la legendaria prueba.
Según Juan Carlos Matto, intendente de Atyrá, unas 50.000 personas se acercarán a los alrededores de Atyrá para ver la salida del Dakar, que partirá de uno de sus lugares más emblemáticos: Monte Alto, un cerro de unos 300 metros de altura desde el que se aprecia de la serrana belleza de la Cordillera paraguaya.
Ha transcendido además, también sin carácter oficial, que estará en Atyrá el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien un día antes llega en visita oficial a Paraguay.
“Para nosotros esto es histórico, muy importante. Atyrá va a estar en el ojo del mundo. Es un privilegio porque somos una ciudad pequeña. Va a ser una experiencia histórica”, indicó Matto.
Atyrá es bien conocida en Paraguay por su artesanía de cuero, curtido al tanino y siguiendo el proceso que llevaron los franciscanos y jesuitas españoles, que hoy supone una industria de carteras, cinturones, zapatos y billeteras de la que subsiste el 70 por ciento de la población.
Además, la población luce el título de “Ciudad más limpia del Paraguay” ganado a finales de los noventa gracias a la concienciación de una ciudadanía que trabaja para mantenerlo, y fue recompensada después por el Gobierno con la vitola de “Capital Ecológica del Paraguay”.
“Tenemos 10 funcionarios de limpieza, que es muy poco, es la propia gente la que asume la limpieza de la ciudad. Y como Municipalidad ahora trabajamos en un plan para basura orgánica”, dijo Matto.
Todo ello dentro de una geografía de tupida y frondosa naturaleza que se extiende por esa Cordillera que será atravesada por la primera etapa del Dakar 2017.
“Ellos (la organización) eligieron Atyrá por esos lugares. Vamos a tratar de sacar un valor agregado en cuanto a nuestro turismo, que este año se ha reforzado con la apertura de siete posadas turísticas”, apuntó Matto.
El recorrido de la etapa paraguaya que nace en Atyrá, conducirá después a máquinas y pilotos a la frontera con Argentina, para adentrarse luego a Bolivia, desde donde partirá a Buenos Aires (Argentina), el final de un trayecto de más de 9.000 kilómetros repartidos en 12 etapas.
Antes de que la familia del Dakar se traslade a Atyrá y rompa su tranquilidad, la prueba calienta motores en el área metropolitana de Asunción, donde el viernes empiezó la entrega de las acreditaciones y la verificación de los vehículos.
A partir del sábado, la colorida carpa se traslada a la bahía de Asunción, frente al río Paraguay, donde el domingo tendrá lugar la presentación de los pilotos y la denominada “largada simbólica”, para la que se espera la presencia de miles de personas e invitados de lujo como Morales y el presidente paraguayo, Horacio Cartes. EFE