La denuncia fue hecha por los miembros de la comunidad Las Mercedes, en Norte de Santander, que se sorprendieron tras ver a los uniformados expuestos en el asfalto y ser víctimas de nuevos ataques como los que se llevan a cabo con el denominado “Plan Pistola”.
De acuerdo a lo que informa La Vanguardia, al respecto, se pronunció el comandante de la Policía de la región, general Jaime Vega, señalando que en vista del daño a las instalaciones, los policías no habían podido ser reacomodados hasta el momento pero que ya se está adelantando un trabajo con la alcaldía para conseguirles un lugar a los más de 60 uniformados.
Este corregimiento de Norte de Santander fue blanco de las amenazas terroristas por parte de miembros de las FARC, ya que horas después de que el cilindro bomba impactara la estación de policía, los uniformados recibieron un ultimátum para que desalojaran la zona en menos de 15 días o de lo contrario los matarían a todos.
Por su parte, los familiares de los policías están exigiendo que se les permita salir de Las Mercedes ya que los riesgos son altos y las condiciones que tienen ahora, como estar durmiendo a la intemperie, los deja en un estado de vulneración más grande.
En diálogo con Caracol Radio, una vecina del lugar contó: “Debido al ataque y explosión de los cilindros acabaron con la casa en que vivían. No tienen un techo donde resguardarse y están durmiendo en los andenes de las calles. Debido a la amenaza continua, a la población civil se le hace imposible brindar ayuda a los uniformados”.
En tanto, uno de los policías de la zona expresó: “Dormimos en los andenes, tirados ahí en una colchoneta, o encima de un costal, en lo que caiga; y con todos los elementos ahí, las armas ahí a los laditos, para mirar que hacemos o dónde corremos. Llamamos a los coroneles, a los generales, a todo el mundo, y nadie nos da respuesta. Nadie se pronuncia”.