El periodista rural Ing. Peter Gibert, dialogó con la R800AM al respecto y resaltó aspectos positivos para la industrialización del mango, por ejemplo, hacer vino con el fruto. En contrapartida expuso otro dato no muy agradable: “Los mangos de la calle no se pueden comer”.
Gibert explicó que son muchos los factores que hacen no recomendable el consumir los mangos de la calle, como la mayoría de las personas acostumbra. El principal argumento presentado fue la contaminación de la planta por causa de los combustibles “que contienen mucho contaminante de plomo. En el proceso de respiración de la planta, se produce una acumulación en el fruto de este metal”.
Por ese motivo, el especialista detalló que cuando una persona consume mucho estas frutas ubicadas a un costado de la calle, corre el riesgo de acumular partículas de plomo en el hígado y “lamentablemente eso es muy difícil de eliminar”.