La fiscal anticontrabando, Carmen Gubetich, manifestó que pidió prisión para la pareja dueña de la empresa Besal SRL, luego de que ellos ingresaran a uno de los depósitos lacrados por la representante del Ministerio Público, de modo a modificar algunas bolsas de sal. “Pedí prisión para que no actúen en obstrucción a la justicia”, indicó. Los individuos ya estaban siendo imputados por contrabando.
Así mismo, expresó que no tiene certeza de que la sal contaminada con exceso de arsénico haya sido redistribuido para su venta final al consumidor. No obstante, informó que hasta el momento no se han reportado personas que hayan enfermado a causa de su consumo.
La sal es de origen argentino, la cual llegó a nuestro país sin ser lavada. “El requisito para que ingrese a nuestro país es que venga prelavada. Lo que da a entender que estas personas la hayan traído en estas condiciones para conseguir un ahorro económico”, afirmó la fiscal.
Ambas personas implicadas tienen medidas sustitutivas, la cual es prisión domiciliaria, señaló Gubetich.