La idea puede cobrar un impulso fundamental con la gira que el primer ministro chino Li Keqiang inicia este lunes por Brasil, Colombia Perú y Chile, buscando acuerdos sobre el tren.
Pekín pretende aumentar su presencia económica en Sudamérica y facilitar su acceso a materias primas mediante esa vía transoceánica, que también genera interés de Brasil y Perú.
Los expertos creen que la construcción del tren por parte de China marcaría una nueva etapa en su relación con la región, pero antes debe sortear retos de ingeniería, medioambiente y política.
“Sería un trofeo y una pieza clave de toda la relación, si sale bien”, dijo Kevin Gallagher, profesor de la Universidad de Boston y autor de estudios sobre el vínculo China-América Latina.
“Todo el proyecto es una gran promesa, pero debe hacerse bien o se puede volver una pesadilla”, advirtió en diálogo con BBC Mundo.