El director de la escuela Nº 4938, Roberto Castillo lamentó que su institución “fue totalmente desaparecida. De la noche a la mañana, los raudales producidos por las lluvias de 400 milímetros que cayeron en menos de tres horas se llevaron nuestra escuela”.
Castillo indicó que la comunidad donde se encontraba la escuela se denomina “Laguna Siete”, debido a que existen siete lagunas ubicadas a 1000 metros al norte de la institución educativa, por lo que supone que, ante la gran cantidad de precipitaciones, “estas lagunas rebozaron, se juntaron y el agua vino con todo. El arroyo que está al costado de la escuela colapsó, buscó por donde cruzar, bordeó la ruta que pasa frente a nuestra escuela y se la llevó”, narró.
Comentó que nadie pudo ver lo que realmente ocurrió, ya que aconteció en horas de la madrugada. “Amanecimos con la sorpresa. Solo encontramos una zanja de setenta metros de ancho y diez metros de profundidad y una dimensión de aproximadamente 350 metros”, relató.
De todas maneras, se expresó afortunado, ya que la corriente no atropelló a casas adyacentes a la zona. “Hay vecinos, podía haberse llevado gente”, afirmó, agregando que “A Dios gracias que yo no estaba en dentro de la institución, porque en los días de semana me quedo en la escuela misma”.
Mencionó que desconoce dónde brindarán clases el próximo lectivo. Dijo que durante esta jornada presentó el informe de lo ocurrido en la Coordinación Departamental, la cual ya lo elevó al Ministerio de Educación y Cultura. “También acerqué un informe a la Secretaría de Educación del gobierno departamental”, manifestó, añadiendo que “estoy en constante comunicación con el intendente de Yby Yaú, con quien intentaremos llegar hasta el lugar, ya que no tengo reportes de que ya se haya restablecido el tránsito en la ruta, la cual quedó muy afectada por arroyos rebozados”.
Expuso que la construcción fue hecha por “ganaderos amigos que manifestaron que la escuela costó cerca de G. 78.000.000”. Explicó también que la institución funcionaba con un solo docente y de manera “plurigrado”, brindando clases del segundo ciclo por la mañana y del primer ciclo por la tarde, a una cantidad aproximada de entre 20 y 30 alumnos.