– Hola, hablás con la policía. ¿En qué te puedo ayudar?
– Mami no me responde.
– ¿Qué está haciendo tu mami?
– Esta sentada en el sofá. No está haciendo nada.
Lo anterior es un fragmento de la conversación que sostuvo Suzie McCash, una niña de cuatro años, con el servicio telefónico de emergencia de Inglaterra.
Todo ocurrió un mes atrás.
La pequeña estaba en su casa en la ciudad de Tynemouth, en el noreste de Inglaterra, cuando su mamá sufrió un choque anafiláctico.
“La reacción alérgica que tuve fue severa, todo pasó muy rápido. No me dio tiempo de llamar al servicio de emergencia. En ocasiones anteriores, he sido capaz de hacerlo“, le dijo a la BBC Rowena McCash, la madre de Suzie.
Impresionante
La niña le contó a la BBC lo que recuerda de ese día.
“Yo sé llamar al 999 (el número del teléfono de urgencias en Inglaterra). Mi mami me enseñó. Pero no sabía qué más tenía que hacer”.
Los padres de la niña le habían dicho que, si alguien tenía algún problema y no había adultos cerca, tenía que buscar un teléfono y comunicarse con el servicio de emergencia.
Adam Hall, la persona que recibió la llamada en el centro de atención policial, estaba sorprendida con los datos que Suzie le dio.
“Fue fantástica, desde el principio hasta el final. Nos dio información precisa. Incluso mencionó la palabra anafiláctico, no sé cómo una niña de cuatro años sabe eso“.
Reporte profesional
Rowena cuenta que está extremadamente orgullosa de su hija y que siempre ha sabido que es inteligente, pero lo que ocurrió la sorprendió sobremanera.
“Me dijeron que dejé de respirar durante un tiempo. Recuerdo el momento en el que comenzó todo y vagamente la ambulancia. No mucho más aparte de eso. No recuerdo haber escuchado a Suzie hacer la llamada”.
Jamie Frend, el paramédico que trató a Rowena antes de ser trasladada al hospital, dijo que la niña le hizo uno de los resúmenes más sucintos y profesionales que ha recibido.