Más temprano, el subdirector de la Agencia Nacional de Información de Cuba, Jorge Leganoa, informó que ambos mandatarios hablaron por teléfono antes de viajar a Panamá. “Puedo confirmar que el presidente Obama habló con el presidente Castro antes de que el presidente Obama partiera de Washington”, corroboró el dato un funcionario de la Casa Blanca.
Es apenas la segunda conversación entre líderes de los Estados Unidos y Cuba en más de 50 años. La primera fue en diciembre, poco antes de que ambos gobiernos anunciaran el restablecimiento de los lazos diplomáticos, un proceso que se mantiene.
Es que el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos cobra vida en Panamá. Ayer, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, se reunió con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, en la cita diplomática más importante entre estos países en más de medio siglo.
El departamento de Estado colgó en su cuenta oficial de la red social Twitter una foto en la que se ve a ambos cancilleres estrechándose la mano. Y poco antes recomendó a la Casa Blanca que Cuba sea retirada de su lista de países que patrocinan el terrorismo, aseguró el senador estadounidense Ben Cardin, miembro del comité de Relaciones Exteriores de esa cámara. “Es un importante paso adelante en nuestros esfuerzos para forjar una relación más fructífera con Cuba”, añadió en Washington.
La cita continental marcará un nuevo capítulo en las relaciones entre los EEUU y Cuba, luego de que Obama y Castro el pasado 17 de diciembre anunciaran que retomarían los contactos con el objetivo de normalizar la vía diplomática, reabrir las respectivas embajadas en Washington y La Habana, y discutir el gradual levantamiento del bloqueo económico, columna vertebral de la política estadounidense hacia la isla desde la década de los 60. Esto fue saludado por la mayoría de los países de la región.