“No les voy a decir ‘no lo hagas’ porque eso sería absurdo. No sería justo, porque yo las probé”, añadió.
La estadounidense, de 56 años, confesó además que cuando probó este tipo de sustancias en su juventud, los efectos no fueron agradables para ella: “No soy fan de las drogas. No son lo mejor para mí. Las pocas veces que las probé, hace muchos, muchos, muchos años atrás, no lo disfruté”.
“Quería que se acabara el efecto. Tomé un montón de agua pensando que así se me iba a pasar”, aseguró.