La viceministra comprende que la situación de emergencia educativa, no pasa sólo por la infraestructura de las construcciones en instituciones, ya que ahora también se suma la inseguridad que afecta a la misma área. “Los docentes han quedado con miedo y ni que decir de los niños”, expresó.
Tras el atentado, Giménez señaló que hay psicólogos que asistieron a los docentes y alumnos de la escuela afectada. La funcionaria reconoció que existe un alto grado de inseguridad en torno a las comunidades escolares y que apuntarán a reforzar la seguridad en las escuelas y colegios.
CONTEXTO
El pasado 6 de septiembre, un hombre había ingresado a la escuela María Auxiliadora de la ciudad de Tobatí, en el departamento de Cordillera, preguntando por la “profesora Ida”. Tras recibir la información consultada, se dirigió hasta la sala del 3er grado, donde se encontraba la licenciada Idalina Limenza, y 21 niños.
El hombre volvió a consultar a la docente por su nombre, y ante la respuesta afirmativa, saco un arma y apuntó a la mujer. Los niños se tiraron al suelo, uno trató de escapar pero el sicario le habría apuntado a la cabeza, evitando que se fugue.
Los gritos de auxilio ahuyentaron al delincuente, quien antes de retirarse realizó un disparo hacia la maestra pero la bala impactó en el pizarrón. Al retirarse efectuó otros disparos al aire, se subió a una motocicleta que estaba al mando de su cómplice y se alejaron del sitio.
En otro punto, una docente de apellido Ayala, señaló que el delincuente se habría equivocado de víctima. Ayala –que tiene un nombre similar a Idalina- expresó que el sicario fue enviado junto a ella, pero que el parentesco de nombres habría llevado al matón junto a otra persona.
Apuntó que varias veces recibió amenazas del diputado Nazario Rojas (ANR), con quien mantiene un litigio por prestación alimentaria para sus hijos en común.