Después de la advertencia que lanzó Estados Unidos a sus ciudadanos sobre el riesgo de atentados terrorista durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Cracovia, el gobierno de Polonia decidió blindar la ciudad con más de 40.000 efectivos para recibir al papa Francisco y a los cientos de miles de peregrinos que le acompañarán entre los días 27 y 31 de este mes.
Las autoridades intentan así calmar los temores que surgieron, indicando por un lado que no hay evidencias claras de riesgo de atentado y que, en cualquier caso, se está haciendo todo lo posible para impedir cualquier tipo de ataque.
En mayo pasado Washington, basándose en informes de Inteligencia, emitió un alerta de viaje para sus ciudadanos ante “el riesgo de potenciales ataques terroristas” contra “grandes eventos y sitios turísticos” en Europa, e hizo referencia a tres grandes acontecimientos: el Tour de Francia, la Eurocopa y las Jornadas Mundiales de la Juventud en Cracovia.
Este aviso, sumado a los últimos y cruentos atentados en Francia, Bélgica y Alemania, hizo que varios miles de peregrinos cancelen su asistencia a la JMJ, aunque desde el Ministerio del Interior de Polonia vienen reiterando que no existe amenaza real de terrorismo.
En el dispositivo de seguridad participan 20.000 policías, 9.000 bomberos, 800 miembros del servicio de protección del gobierno y 11.000 guardias fronterizos. El presupuesto total de este enorme operativo implica el gasto de, al menos, 19 millones de euros.
Además del dispositivo de seguridad en Cracovia y el resto de emplazamientos que visitará el papa Francisco, Polonia restableció los controles en sus fronteras comunitarias, en los puertos y en los aeropuertos.
Polonia reforzó especialmente los controles en sus fronteras con el enclave ruso de Kaliningrado y con Ucrania, desde donde se prevé que podrían llegar cerca de 200.000 peregrinos.
El trabajo de la policía polaca recibió el pasado jueves el visto bueno del jefe de la Gendarmería Vaticana, Dominico Giani, quien visitó los lugares que recorrerá el argentino Jorge Bergoglio durante su estancia en Cracovia.
“La evaluación ha sido positiva, y el Vaticano no ha puesto ninguna objeción al dispositivo de seguridad”, explicó tras esa visita el Secretario General del Comité Organizador de la JMJ 2016, el padre Grzegorz Suchodolski.
Hasta el momento más de 360.000 jóvenes de todo el mundo han confirmado su participación en las Jornadas de la Juventud, uno de los eventos más importantes de la Iglesia Católica, aunque la organización cree que el número final de asistentes será mucho mayor. Según las últimas estimaciones, podría superar el millón de fieles.
Las medidas de seguridad comprenden puntualmente los lugares de encuentro con el Papa. La inmensa pradera de Brzegi, donde se celebrará la vigilia nocturna de los jóvenes con el pontífice, se rodeó con una valla metálica. Y los peregrinos que quieran atravesarla para encontrarse cerca del altar deberán tener un permiso especial.
“La seguridad supone un enorme desafío logístico para nosotros”, admitió el responsable policial del operativo, Jan Lach, quien reconoce que se trata de una “operación histórica” por su envergadura y su repercusión internacional.
FUENTE:EFE