La automatización de las tareas y las tecnologías de inteligencia artificial crecieron exponencialmente en los últimos años y aumentaron así la preocupación de la sociedad sobre una inminente y necesaria adaptación. Los temores giran en torno a cómo podrán los trabajadores adaptarse a estas nuevas tecnologías sin la correcta capacitación, a la alarmante posibilidad de un fin del trabajo humano -y una gran era de “desempleo tecnológico”- y a los posibles peligros que podrían representar los robots para quienes no los saben manejar.
En la actualidad ya existen robots que cocinan, que colaboran con médicos en intervenciones quirúrgicas complejas e incluso los que derrotan a humanos en difíciles juegos de lógica. Todo esto sucedió de manera muy veloz dentro de la última década. Por eso, algunos especialistas en el tema expusieron su consternación.
“Históricamente creímos que los robots se encargarían en el futuro únicamente de tareas peligrosas, sucias o aburridas para los humanos”, explica Ryan Calo, profesor de Derecho en la Universidad de Washington con experiencia en robótica. “Con el tiempo, la gama de habilidades de los robots se extendió”.
Recientemente Ray Kurzweil, director de ingeniería de Google, pronosticó que para 2029 los robots alcanzarán niveles de inteligencia similares a los de los humanos. Gartner, una empresa de investigación y asesoría tecnológica de información, predijo también que un tercio de los puestos de trabajo actuales serán reemplazados por software, robots y máquinas inteligentes para el año 2025.
Sin embargo, aunque una parte de la comunidad tecnológica cree que mucha gente perderá su empleo, otra gran corriente argumenta que este aumento de la destreza de la computación simplemente eliminará viejos puestos de trabajo e introducirá otros nuevos, lo que resultará en un efecto equilibrio. Es decir que la nueva tecnología traerá consigo nuevos productos y servicios, como sucedió en la revolución industrial.
La corriente más optimista denomina a ese momento la “Segunda era de las Máquinas”, comparable con lo ocurrido hace 200 años con la invención de la máquina de vapor. La diferencia radica, sin embargo, en que las máquinas de la revolución industrial superaron las limitaciones de los músculos humanos, mientras que los robots y la inteligencia artificial de hoy en día representan la superación de las limitaciones de la mente.
De cualquier forma, la comparación con la revolución industrial de las máquinas de vapor es cuanto menos polémica ya que, en ese momento, el cambio de paradigma condujo a mayores y mejores oportunidades de empleo y ahora aún no existen pistas concretas de un desarrollo similar para el futuro.
Si bien es difícil anticipar completamente las consecuencias de ese cambio importante de la sociedad, las esperanzas están depositadas en una ventaja considerable de los humanos sobre los robots: los empleos que requieren de cierto juicio, pensamiento creativo e interacción humana todavía están lejos de ser automatizados. “Durante mucho tiempo, la inteligencia artificial ha sido mejor que nosotros en tareas muy estructuradas y limitadas”, explica Calo. “En lo que nunca ha sido efectiva es en las tareas más desestructuradas y es probable que no lo sea en el corto plazo tampoco”.
Sin embargo, a diferencia de lo que se piensa, los robots no sólo alcanzaron a los trabajos industriales o manuales, sino que también tienen en la mira otro tipo de profesiones como ciertos tipos de periodismo o las ventas online. Incluso, empezaron a reemplazar a anestesiólogos y cirujanos.
Periodismo deportivo y financiero
Reunir información, entrevistar gente, responder quién, qué, cuándo, dónde, por qué y cómo, y reunir en un texto toda esa información. Esta es la rutina diaria para los periodistas. Pero cuando esta información se vuelve legible por una máquina y transmisible de un modo automático, los humanos se tornan un tanto innecesarios para el trabajo.
Associated Press, la agencia de noticias estadounidense, realizó un experimento de creación automática de informes de ganancias corporativas desde junio de 2014 con el software de Automated Insights y datos de Zacks Investment Research. Después de efectuar algunas correcciones, el proceso actual quedó prácticamente libre de errores y hasta logró superar lo hecho por la mano humana.
El departamento de deportes de AP está utilizando también la automatización para generar informes de eventos con público reducido. La organización dice que eso liberará a su personal para realizar tareas más importantes y ayudará a ajustar mejor el presupuesto. “La compañía afirma que este software puede derramar los datos en una narrativa convincente de un nivel similar al que un escritor experimentado podría lograr”, dijo Martin Ford, empresario de software y autor de La rebelión de los robots: Tecnología y la amenaza de un futuro sin empleo.
Ventas on-line
¿Se necesita un ser humano para comprender cómo elaborar un mensaje que va a motivar a alguien a realizar una compra o incluso abrir un correo electrónico? Aparentemente no. La empresa de software de lenguaje natural Persado analiza con algoritmos semánticos los datos que puedan determinar qué frases van a obtener la mejor respuesta en un posible consumidor.
Con clientes como Citi y Neiman Marcus, los sistemas de la compañía pueden introducirse en su base de datos, analizar todas las variaciones de un determinado mensaje y crear sistemáticamente una redacción que tendrá la fuerza emocional necesaria. Los asuntos de correo electrónico generados por una máquina a veces pueden duplicar el número de mensajes abiertos en comparación con los escritos por humanos.
Operadores telefónicos
Quienes realizan esta tarea proporcionan información y asisten a clientes con solicitudes de facturación, con información específica sobre un producto o servicio o asisten en la realización de trámites. En la actualidad el crecimiento que se dio en las tecnologías de comunicación automatizada, al igual que en los sistemas de reconocimiento de voz, ha disminuido la necesidad de operadores telefónicos. Sólo en Estados Unidos, los trabajadores de esta área se redujeron en un 42 por ciento.
Anestesistas y cirujanos
Se podría pensar que los médicos representan la única tarea irremplazable en experiencia práctica, pero no es el caso. El sistema Sedasys de Johnson&Johnson, aprobado ya por la Food and Drug Administration, puede automatizar la entrega de aplicaciones anestésicas de bajo nivel para colonoscopias, por ejemplo. Además, un médico puede supervisar varias máquinas al mismo tiempo.
Muchos cirujanos ya utilizan métodos similares para ayudar en los procedimientos de anestesia no invasiva. Por ahora, el médico tiene la máquina a su cargo, pero con el tiempo, el dispositivo podrá realizar diferentes procedimientos por sí mismo. De hecho, ya hubo algunas pruebas con tejido ficticio, donde un sistema robótico realizó extracciones de tumores. También hay robots que realizaron trasplantes de pelo.
“Muchas de las cosas que hacemos manualmente las hemos automatizado a través de la robótica”, dijo el doctor Propa Ghosh, director médico de los servicios de cirugía robótica en Hunterdon Medical Center. “En lugar de utilizar suturas, ahora apelamos a engrapadoras robóticas”. “Yo nunca podría haber predicho las cosas que sucedieron en los últimos diez años, así que es difícil decir qué pasará en el futuro”.
Abogacía
En las grandes empresas de abogados, el proceso de investigación puede implicar literalmente millones de documentos. El análisis de ese tipo de materiales ha sido tradicionalmente una de las tareas más terribles que abogados novatos o asistentes legales podrían enfrentar. Pero ahora, los nuevos sistemas de software pueden hacer el trabajo.
Los aparatos utilizan análisis sintáctico y reconocimiento de palabras clave para identificar a través de correos electrónicos, mensajes de textos, bases de datos y documentos escaneados, datos necesarios para enfrentar un caso.
Analistas financieros y asesores
Los métodos predictivos, los grandes datos y la potencia de cálculo automática se combinan para proporcionar una herramienta ideal de análisis y predecir el comportamiento de las inversiones. “Una de las tendencias en la industria de inversión en los últimos años fue la llegada de ‘robo-asesores'”, explicó Stefan Kip Astheimer, vicepresidente de estrategia de la empresa de gestión de riqueza Howe y Rusling. “Estos son los servicios que están sustituyendo a los asesores financieros personales, planificadores y corredores de bolsa para los más jóvenes y aquellos que no tienen necesidades de inversión compleja”.
Fuente: Infobae.com