Sisco mencionó que la masacre fue un evento montado por personas del poder económico y político: “Fue planificado por grupos del poder económico y ligados la agroexportación, poder político y gente que tenía interés en lograr un golpe político como ocurrió con Lugo”, alegó.
“Normalmente los fiscales en Paraguay no investigan lo ocurrido, ellos quieren producto, es condena sin importarles si tiene responsabilidad o no la persona a quienes pretenden acusarlos. El caso Curuguaty es uno de los casos más vergonzosos, más denigrantes en la que quedó al descubierto para todo el país y otros países la manera vil y rastrera en que se maneja la fiscalía” – Abog. Amelio Sisco.