La Seam constató luego de un monitoreo en la zona que existe una floración de algas acuáticas, una posible situación similar a lo que aconteció con el Lago Ypacarai, sin embargo la presencia de estas algas es normal en todos los lagos de mundo si se dan las condiciones climáticas y naturales para ello. La causa exacta sobre lo que tornó de color verdoso al lago aún resultan poco claros.
Según el funcionario de la Seam, varios son los factores que pudieron haber contribuido a la concreción de este fenómeno. “La ciudad de Itá no cuenta con un alcantarillado sanitario, en la laguna existen varios yacarés (son 40 en total según datos), la Laguna de Itá está situada en la zona más baja del casco urbano, eso quiere decir que cualquier arrastre de agua de lluvia o cualquier agua se deposita en ese lugar”, citó Fariña entre algunas razones.
El secretario estatal tampoco descartó que sea por causa de las plantas ya que se dan las condiciones para su existencia: “Eso tiene un proceso de renovación, se van secando y si no se saca del lugar también producen material orgánico”, expresó como una posibilidad.
La falta de alcantarillado podría haber provocado el aporte de aguas residuales y cloacales a la laguna, aportando también materia orgánica.
La laguna tampoco cuenta con un drenaje según Fariña. “El agua no se renueva”, mencionó. La Seam en conjunto con la municipalidad estará tratando de implementar campañas de concienciación sobre tratamiento de residuos y protección a la vida silvestre también.