La ‘borrachorexia’: la peligrosa moda que está arrasando en los campus anglosajones

A la hora de beber, existen importantes diferencias culturales: en el sur de Europa y en Latinoamérica tendemos a compartir un vino, una cerveza o unas copas  con amigos, y utilizamos el alcohol como una especie de engrasante social. Pero en el norte del Viejo Continente y en los países anglosajones, las bebidas espirituosas sirven para que los que las consumen se olviden de sí mismos y entren en un estado de -dependiendo de la ocasión- euforia, diversión, etilismo o coma.

Y para alcanzar ese estado de una manera más rápida y económica posible, en los campus universitarios del Reino Unido y de Estados Unidos se está poniendo de moda una peligrosa moda: la drunkorexia (que se puede traducir por ‘borrachorexia’).

Esta tendencia consiste en dejar de comer o hacer un intenso ejercicio físico horas antes de beber. Con estas dos peligrosas conductas, los universitarios consiguen una melopeas más rápidas y fuertes que si empezaran a beber descansados o bien alimentados.

La borrachorexia ha sido descubierta por un estudio llevado a cabo en la Universidad de Houston (Estados Unidos) en el que se analizaron los hábitos alimenticios y alcohólicos de 1.200 estudiantes. Y al parecer, 8 de cada 10 habían caído en los últimos 30 días en una conducta que se podría definir como borrachoréxica.

Algunos de ellos se purgaron vomitando, otros dejaron de comer horas antes de salir, y algunos tomaron laxantes. Estas peligrasas conductas se dan tanto en hombres como en mujeres. El Dr. Dipali Rinker, uno de los autores de la investigación, predice que la borrachorexia será en un futuro una conducta más masculina “porque los hombres siempre adoptan más riesgos para su salud y para su integridad física que las mujeres”, explica en un comunicado.

Las conclusiones del estudio han sido presentadas en la reunión anual que la Asociación para la Investigación del Alcoholismo en EE.UU. celebró el mes pasado en Nueva Orleans. Pero a pesar de que el futuro de la borrachorexia parece pertenecer a los hombres, el presente es de las mujeres: el 60% de las estudiantes de la Universidad de Houston reconocen haberse purgado o haber dejado de comer antes de beber.

“Es un nuevo fenómeno que mezcla desórdenes alimenticios para dejar de tomar calorías y reservarlas para el alcohol”, explica Alissa Knight, otra de las autoras del trabajo. El alcohol es una de las sustancias más engordantes que hay: una copa de vodka tiene 300 calorías, una de whisky aporta 245 calorías y un vaso de vino, unas 79 calorías.

Fuente: WTB

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