La población de elefantes de la reserva Selous, en Tanzania, podría verse diezmada en un plazo de seis años si no se toman medidas urgentes para detener la caza furtiva. La información trascendió esta semana en un estudio del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).
Selous, de una superficie de 50.000 kilómetros cuadrados, es el área protegida más antigua y extensa de África. Cuenta, además, con una de las mayores concentraciones del continente de elefantes, guepardos, jirafas, hipopótamos y cocodrilos, entre muchas otras especies.
“Su valor para Tanzania –y sin duda para el resto del mundo– depende de sus poblaciones de animales silvestres y sus ecosistemas prístinos”, dijo el Director de WWF-Tanzania, Amani Ngusaru, en un comunicado de prensa.
En 1970, 110.000 elefantes vivían en la zona. Según un censo realizado en 2014, sólo quedan 15.217 elefantes en el ecosistema de Selous.
Los paquidermos que pueblan ese santuario de la vida silvestre son una mina de oro para las bandas criminales que operan en el mercado ilegal del marfil y alimentan la demanda, principalmente en Asia.
La caza furtiva “de escala industrial” es responsable por la reducción de la población de paquidermos en un 90% en menos de 40 años, en la reserva que la Unesco declaró Patrimonio Mundial en Peligro en 2014.
El informe, realizado por Dalberg Global Development Advisor para WWF, advierte, además, de que la pérdida de elefantes en Selous, que contribuyen al turismo y la economía local, hace peligrar 1,3 millones puestos de trabajo.
Fuente: Infobae