En una oportunidad anterior, el Dr. Azuaga ya había mencionado a nuestra emisora que fueron agentes de la FOPE quienes habrían estado infiltrados en los bosques: “Los disparos vinieron de detrás y hacia el lado sur de la casa, los asesinos reales son gente de la FOPE y otros miembros de grupos élite. Eso está comprobado, se sabe que días antes estos ya estaban rodeando la zona y haciendo campamento, eso salió en el juicio, está probado, sin embargo la fiscalía insiste en su acusación contra los inocentes”, había manifestado.
Ahora, tras la primera parte de la reconstrucción de los hechos volvió a sentar la misma postura, para el abogado de los labriegos se evidenciaron algunas contradicciones de ciertos policías, entre lo declarado en el juicio y ahora en la reconstrucción del caso.
Inclusive añadió que varios agentes del orden, presentes en el momento de la masacre relataron que al levantar los cuerpos se percataron que ninguno de los campesinos portaban armas de fuego: “Tenían machetes y honditas, pero de hecho es ilógico que puedan hacer frente contra los más de 300 efectivos policiales que estaban en el lugar. Los disparos vinieron de otros policías desde detrás de las casas y los que fueron a intentar el desalojo respondieron por error contra los campesinos”, aseguró.
Azuaga también señaló que durante el procedimiento realizado hoy, ningún agente policial fue capaz de identificar a algunos de los procesados (campesinos) en el lugar de la matanza.
Emboscada. Para la Fiscalía, representada por los agentes Nelson Ruiz y Juan Leonardi Guerrero, la reconstrucción de los hechos refuerza la hipótesis de una emboscada de los labriegos contra los efectivos policiales.