Al menos ocho toneladas de cocaína fueron incautadas por la Policía colombiana en el noroeste del país, decomiso que constituye el más grande en la historia, según el presidente colombiano, Juan Manuel Santos.
La droga pertenecía a la banda criminal Clan ésuga, la mayor del país, y fue encontrada en Nuevo Colón, zona rural de Turbo, municipio del departamento de Antioquia, en la región bananera de Urabá, limítrofe con Panamá, informó el Ministerio de Defensa en un comunicado.
“Felicitaciones Policía de Colombia: operativo en Turbo incautó la mayor cantidad de droga en la historia. Golpe contundente a criminales”, manifestó Santos en su cuenta de Twitter.
El ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, se trasladó a la zona para presentarle al país el hallazgo de la droga, que había sido distribuida en paquetes y estaba escondida bajo tierra.
“La acción final comenzó a desarrollarse a las 6 de la mañana del domingo, cuando 50 comandos de la Policía Nacional, respaldados por dos (helicópteros) Black Hawk, irrumpieron en la finca bananera y ubicaron un vetusto quiosco”, agregó el texto.
Según la Policía, los narcotraficantes habían ocultado la cocaína en un depósito subterráneo de 6,5 metros de largo, por 3,5 metros de ancho y con una profundidad de 2,5 metros, cuyo interior estaba forrado en madera y cuyo acceso estaba cubierto con una capa de cemento.
“Felicitaciones a nuestra Policía de Colombia. Incautado al Clan ésuga el más grande cargamento de coca de la historia”, afirmó Villegas en Twitter.
El ministro se reunió en Turbo con el director de la Policía Nacional, general Jorge Hernando Nieto, quien le confirmó que este “es uno de los golpes más contundentes contra el crimen organizado”.
En la operación policial fueron detenidas tres personas y otras tres lograron escapar, afirmaron las autoridades.
El gobierno de Juan Manuel Santos mantiene desde hace meses una fuerte ofensiva contra las bandas criminales, especialmente contra el Clan ésuga, en el marco de la cual el presidente anunció a principios de mayo que, en los primeros meses del año, se había incautado una cifra “récord” de 87,5 toneladas de cocaína.