Empresas constructoras brasileñas están envueltas en uno de los más grandes escándalos de corrupción en Brasil, las mismas participan de licitaciones en Paraguay, donde estarían elaborando planes para participar en los próximos llamados del MOPC.
Aparentemente estas constructoras están implicadas en un sistema de sobrefacturación de obras a Petrobras, que también servía para evasión de divisas, evasión de impuestos y lavado de dinero. Extensas obras tienen precios inflados.
Una treintena de altos ejecutivos de estas empresas constructoras están detenidos por la Policía Federal. La policía brasilera lleva adelante la ?Operação Lava Jato?, que se aplica a los lavaderos de autos que trabajan con rapidez (?jato? significa ?jet?).
Entre las constructoras acusadas de participar en el esquema de corrupción en Brasil se encuentra la empresa Camargo Corrêa, la única oferente calificada por la ANDE para construir la represa de Yguazú, en asociación con la compañía Talavera y Ortellado. por un monto de US$ 252.705.195, luego de que la Estatal descalificara al consorcio Hydrochina-Tecnoedil, cuya oferta era de US$ 188.992.551 (un 25,24% más económica), con lo que, en principio, el Estado paraguayo hubiese ahorrado US$ 63.792.644.
También están implicadas la constructora OAS, sus ejecutivos fueron apresados y tienen interés para la adjudicación de la ampliación de las Rutas II y VII, a pesar de que la mejor oferta había sido presentada por el Consorcio Corsan Corviam Construcciones SA-CCC SA.
La empresa Obedrecht, Mendes Júnior Trading Engenharia SA. demostró interés en el sistema de desagüe cloacal y alcantarillado para el área metropolitana, obra que está siendo impulsada por Essap.
El actual ministro de Obras, viajó hace unas semanas nada más al vecino país y se habría reunido con directivos de las referidas empresas constructoras brasileñas