Los manifestantes están instando al gobierno a reanudar las conversaciones sobre rehenes con el grupo armado palestino Hamás, que ha jurado destruir. Israel también podría enfrentar presiones para reducir las operaciones de combate cuando el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, visite esta semana. Washington ha expresado creciente preocupación por las víctimas civiles, aunque continúa proporcionando apoyo militar y diplomático crucial.
La guerra aérea y terrestre ha devastado gran parte del norte de Gaza, causando la muerte de miles de civiles; muchos están apiñados en refugios abarrotados y tiendas de campaña, sobreviviendo gracias a una ayuda humanitaria constante. Unos 1,9 millones de palestinos —casi el 85% de la población de Gaza— han abandonado sus hogares.