“No, no tengo miedo de las represalias. Aunque a veces pienso en qué es lo que dije, porque no me guardo nada. Creo que el sicariato es más para los narcos. No creo que haya un crimen político en Paraguay. No me entra en la cabeza. Creo que hemos superado eso”, dijo Amarilla en su visita a los estudios de Unión TV y radio La Unión durante el programa Francamente.
No obstante, dijo: “sí sé que algunos me quieren matar”. “Pobre del que me haga algo. Yo me voy a ir a encontrar con ‘Anki’ (Franklin Boccia, su difunto marido), pero al que se quede acá le quiero ver. Mis hermanos le van a cocinar”, expresó.
Considera que ella representa a la gente que pide “que se denuncie lo que se tiene que denunciar, que se diga lo que ellos no pueden decir, que alguien golpee la mesa que ellos no pueden golpear”. “Muy pronto me di cuenta que la gente estaba conforme con mi manera de ser”, expuso Amarilla.
De hecho, la también candidata a senadora liberal subrayó que por esa razón “tienen que votarme”. “Soy la que más les molesto, la que más les duele y soy la voz de la gente”, aseveró.
Señaló que la vida de los senadores y diputados es “privilegiada”. “Es una lástima que no se comporten a la altura del privilegio que tenemos con un sueldo que orilla los G. 30 millones por mes”, aseveró.
Por otra parte, hizo alusión a Horacio Cartes, expresidente de la República y actual titular de la Junta de Gobierno de la ANR, quien en las últimas semanas ha realizado transferencias de acciones de sus empresas a sus hijos a raíz de las sanciones económicas
“Cartes tiene que vender sus acciones y pagar sus impuestos por esas ventas”, expuso.
En otro orden, se refirió al colorado Basilio “Bachi” Núñez, su “rival” en la Cámara de Diputados, sobre quien dijo que “es un tipo que está psicóticamente obsesionado conmigo”. Al respecto, recordó el episodio sucedido a mediados del año pasado dentro del recinto de la Cámara Baja, en el que le mostró el dedo del medio al parlamentario de la ANR.
“Yo nunca hice eso (sacar el dedo del medio) hasta ese día. Pero ese día era tal la impotencia que tenía. Tratábamos el juicio político a Sandra Quiñónez en su tercer día. “Y, cuándo no, Bachi Núñez empezó ya otra vez a atacarme a mí. En vez de defenderle a Sandra, me atacaba a mí diciéndome ‘ladrona de meriendas, compradora de banca’ y me mencionaba a ‘Anki’, a quien sabe bien que no me lo pueden tocar. Bachi es un tipo psicóticamente obsesionado conmigo”, manifestó Amarilla.
“Decidió levantarme e irme. Cuando me iba, él (Núñez) siguió con la agresión y en ese momento me pareció que era la única forma de demostrar mi hartazgo hacia él. Yo me arrepentí inmediatamente. Después mi hija me preguntó qué es lo que hice. Aunque en redes me agradecieron. Me decían que ese dedo del medio era de todos los paraguayos. Hicieron remeras y hasta aparecieron dibujantes haciendo mi dedo”, recordó la diputada.
Finalmente, se refirió a las posibilidades de la Concertación Nacional en las elecciones presidenciales del 30 de abril. “Yo suelo ser mala en mis cálculos, pero esta vez creo que va a ganar”, afirmó.