Presidencia de Ecuador envió fotografías de los operativos y habla del “liderazgo” del caudillo. En las redes sociales brotó el enojo por la utilización de la tragedia que enluta al país.
Rafael Correa confirmó que los momentos críticos de su país pueden servirle para sobreactuar. Incluso en la tragedia, como fue el terremoto que en la noche del sábado se cobró la vida de 525 personas -según el último recuento oficial- y puso a Ecuador en estado de emergencia nacional. Hasta el momento, se cuentan al menos 1.700 desaparecidos.
El presidente ecuatoriano se encontraba en el Vaticano cuando el sismo de 7,7 grados sacudió las bases de la nación y debió emprender de inmediato su regreso. Desde allí se dedicó a publicar mensajes en su cuenta personal de Twitter: “¡Ánimo país!”, era el mensaje que repetía el caudillo, mientras anunciaba que estaría de vuelta en su país en la tarde del domingo.
Al instante de arribar a Quito, Correa se puso al frente de los operativos y la coordinación, que hasta el momento había quedado en manos del vicepresidente Jorge Glas. Sin embargo, el afán propagandístico del gobierno sobreactuó la dimensión mesiánica del presidente.
“El trabajo, coordinación y liderazgo de Rafael Correa se siente en las zonas afectadas por #SismoEcuador”, señala el mensaje publicado en la cuenta oficial de Presidencia de Ecuador. Las imágenes muestran al caudillo repartiendo agua envasada mientras sonríe, saludando a los damnificados y enfermos.