El clima primaveral sumado a los cambios bruscos de temperatura y el alto nivel de humedad hace que las personas alérgicas se vean afectadas en las vías respiratorias, sobre todo aquellos que no tienen bien controlada las alergias de tipo respiratoria como la rinitis y el asma; expresó la Dra. Perla Alcaraz, especialista del Dpto. de Alergia e Inmunología del Hospital de Clínicas de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción (FCM – UNA).
Las rinitis o inflamación de la nariz es la inflamación de la mucosa nasal que generalmente es de tipo alérgica y se desarrolla posterior a la exposición del paciente a lo que le genera esa alergia y que denominamos alérgenos.
Los principales alérgenos son los ácaros del polvo doméstico -el 90% de los pacientes tiene alergia a este tipo de ácaros- los hongos en esporas que aparecen en gran cantidad en el medio ambiente a raíz del clima húmedo, el epitelio o pelo de perro o gato, las cucarachas y los pólenes, que en temporada de primavera y verano se transportan con ayuda del viento en forma de pólenes aerovagantes que vuelan en el aire atmosférico y que luego hacen contacto con las mucosas nasal, ocular y respiratoria generando la exacerbación de síntomas en pacientes alérgicos.
“Realmente lo que les hace mal a los pacientes alérgicos es el cambio de la presión atmosférica, normalmente tenemos mecanismos fisiopatológicos por el cual el cuerpo produce esa adaptación a esos cambios bruscos de temperatura y de presiones atmosféricas que el alérgico ya no tiene bien desarrollado. Por eso incluso antes de que empiece a cambiar el clima, el paciente ya suele empezar a manifestar los síntomas, esto debido a que el clima cambiante y la humedad propician la reproducción de alérgenos”, explicó.
Por lo que la especialista recomienda consultar con un alergista o médico de cabecera, seguir las indicaciones y en el caso de seguir un plan, ajustar la medicación. “Siempre es importante que el paciente pida tener un plan de acción justamente para hacer un autoajuste cuando se dan estos cambios bruscos de temperatura, para que sepan qué hacer, que tengan un automanejo de la enfermedad alérgica y posteriormente, hacerle sí o sí un seguimiento con su médico de cabecera”, sostuvo.
Dijo además que los pacientes alérgicos a los ácaros del polvo doméstico deben tomar las medidas de control ambiental, es decir, acciones que hagan que baje la carga de alérgenos a través del hogar.
En los casos de ácaros del polvo doméstico por ejemplo, la recomendación es utilizar colchones o cobertores anti ácaros, aspirar el colchón por lo menos una vez a la semana, las almohadas también deberían ser antialérgicas, que la habitación del paciente alérgico sea lo más ordenada y minimalista posible facilitando su limpieza, así como evitar las cortinas, muebles con tapizados de tela, o alfombras que acumulen polvo.
En cuanto a la humedad, sobre todo en estas épocas de clima húmedo, dijo que lo ideal sería reconocer las zonas de la casa donde haya mucha humedad, ya que son lugares donde habitan hongos que tiran esporas al ambiente y que luego respiramos. “Por lo que si hay goteras o pérdidas de agua, repararlas y usar todas las medidas anti humedad que nos ofrezcan los productos para construcción, evitando así que nuestra casa sea húmeda”.
Señaló además que en los días lluviosos es prácticamente nula la circulación de pólenes, porque la lluvia barre todos los pólenes que están en el ambiente; pero sí pueden encontrarse muchos ácaros, hongos y humedad en habitaciones cerradas. Por lo que hay que aprovechar los días soleados para abrir puertas, ventanas y ventilar las habitaciones ya sean personas asmáticas o no. Asimismo limpiar los ductos y filtros de aire acondicionado, puesto que en su interior acumulan partículas de polvo que contienen ácaros y cucarachas”.
Consultorio de Alergia
Ubicado en el 1er. piso de la Torre de Consultorio, las consultas se realizan de lunes a viernes en el turno mañana y los lunes en el turno tarde. Las personas deben agendarse previamente a través del call center del Hospital de Clínicas llamando al (021) 3399366, (021) 339 – 9367, (021) 339 – 9368 y el (021) 339 – 9371.