Aunque trabajó en el Banco Amambay (hoy Basa), propiedad del expresidente de la República Horacio Cartes, Portillo explicó que salió de allí por cuestiones políticas y que no trabaja para Honor Colorado. “Salí en 2013. En la institución se comenzaban a hacer reuniones políticas. El banco no es ninguna seccional colorada para que se haga eso. Pedí que ya no se haga eso en una institución profesional bancaria, pero después ya hubo un encono personal. Aparte, yo no participé nunca de una actividad política de Cartes porque no tenía mi adhesión política”, expuso, añadiendo que “la adhesión política, la adhesión religiosa, la adhesión deportiva… Son cuestiones totalmente diferentes. Decir que porque trabajé en Banco Amambay soy cartista, es lo más estúpido que hay”.
En ese sentido, Portillo negó responder al movimiento de Cartes. Manifestó la misma posición en alusión a quien lo acompaña en su chapa presidencial, Edith Ortiz.
Consultado sobre por qué después de tanto tiempo en el sector privado decidió meterse en la arena política, respondió: “Yo creo que uno va quemando etapas en la vida y tiene que ser agradecido. La formación que tengo no hubiera sido posible si el Estado no hubiera apostado por mí y es momento de retribuir”.
Comentó que cuenta con un proyecto político que consta de corto, mediano y largo plazos.
Políticamente, se considera de tendencia de derecha. Aseguró que luchará por los derechos a la vida, a la libertad y la propiedad.