“Ya vamos al destino del oparei. El Ministerio Público dice que la carpeta está abierta, pero el caso está prácticamente cerrado porque más datos ya no se están buscando”, expuso Rufino Mendieta, abuelo materno de la niña, en charla con Nuestra Mañana a través de Unión TV y radio La Unión.
Más allá del cuestionamiento, aseveró que lo que más pretende es encontrar a su nieta “como sea” porque la esperanza es lo “último que se pierde”, por sobre una condena hacia el padrastro de la menor. “Estamos mal. Nunca tuvieron un solo dato contundente de modo a llegar a la víctima”, criticó el abuelo de la niña.
En cuanto a la madre de la nena, dijo que “desde hace tiempo está alejada de nuestra familia” viviendo en Caraguatay. En lo que respecta al padre, un ciudadano de nacionalidad francesa, señaló que, pese a manifestarse al principio del caso, “nunca más después volvió a comunicarse”.
“De la justicia ya no espero mucho, pero pido a la ciudadanía que coopere brindando algún dato si tiene”, expresó Mendieta.
El caso
La niña desapareció el 15 de abril del 2020 en horas de la mañana, pero la madre denunció el hecho 24 horas después. Ella estaba jugando con dos cabras que aparecieron 10 días después a unos 10 kilómetros de la residencia donde vivía. Sucedió en una casa de campo situada en la compañía Isla Alta del municipio de Emboscada, Departamento de Cordillera.
El padrastro de la nena, que estuvo recluido en el penal de Villarrica por posesión de pornografía infantil, fue sobreseído este miércoles. Por su lado, la madre de la nena, que estuvo presa en la cárcel de mujeres de Ciudad del Este, luego fue también liberada. No obstante, sigue imputada por incumplimiento de deber de cuidado.