La evaporación de las aguas del Colhué Huapi en los últimos años permitió que, hace unos días, Omar Oporto, encargado de una estancia de la zona, viese “algo que podía llegar a ser parte” del aeroplano, explicó a Efe Julián Bochatey, uno de los miembros del equipo del Aeroclub de Sarmiento que trabajan para desenterrarlo.
“Era una historia conocida porque habían aparecido los cuerpos de los cuatro tripulantes”, apuntó Bochatey.
El lago, que antaño ocupaba una superficie de 800 kilómetros cuadrados, se ha secado prácticamente por completo debido a las sequías de los últimos años y los cambios medioambientales.
Aunque siempre tuvo poca profundidad, las aguas eran suficientes para mantener oculto el Piper Apache Twin Engine hasta que recientemente afloró sobre la superficie una pequeña parte del ala derecha.
“Lo que es la parte de la cabina y los instrumentos se encuentran bastante destrozados” pero “las alas y los motores” han aparecido en buen estado por lo que se ha podido comprobar hasta el momento, contó Bochatey.
“Todavía falta bastante para poder quitarle toda la tierra”, agregó, pero las tareas de desenterramiento aún están en proceso.