“El gremio en sí está atravesando por una etapa complicada por varios motivos. Hay una baja en las ventas, hay poco circulante en la calle ya desde un poco antes de la pandemia con el cambio de Gobierno (…) Después todo eso de la pandemia hizo que la economía se frene. Ya cuando parecía que la pandemia terminaba, vino la sequía y con ella falta de frutas, vegetales y cereales. Ahora tenemos una guerra que no sabemos en qué terminará, pero sí ya tenemos los primeros indicios”, dijo Ibarra en conversación con Buenas Tardes La Unión.
Señaló que los clientes, a comparación de hace poco más de dos años, ahora tienen que gastar hasta un 20% más. De hecho, dijo que el consumo bajó en ese mismo periodo entre el 20% y 25% y que peores registros poseen los que en sus negocios tienen como anexo la venta de carnes vacunas. Sobre el punto, dijo que sigue vigente “la libreta” en las despensas. “A veces nos vemos en figurillas porque un vecino o un amigo del barrio de toda la vida te plantea que cobró pero no le alcanza para pagarte. No le podemos decir que no”, expresó Ibarra.
En cuanto a las despensas como negocio, dijo que son “ecosistemas doméstico – económicos”. “Las despensas, en su mayoría, están compuestas por familias que son dependientes de esos comercios, además del personal que trabaja ahí. A su vez, de estas despensas dependen muchos distribuidores, repartidores y muchos emprendedores, como por ejemplo panaderos, fabricantes de dulces y algunas que otras mercaderías”, resaltó.
Detalló que actualmente hay cerca de 60.000 despensas en todo el país “que hacen que se mueva la microeconomía, pero que multiplicadas hacemos una gran economía”.
Ibarra afirmó que en conjunto con la Federación Nacional de MIPYMES y la Asociación de MIPYMES están conversando para conseguir beneficios, poder repuntar económicamente “y encontrar soluciones”, ya sea en el Ministerio del Trabajo, en el Ministerio de Hacienda y el Banco Nacional de Fomento (BNF).