Tres recomendaciones para una alimentación saludable en el trabajo

Fomentar la promoción de la salud en el ambiente laboral, por medio de la práctica de un estilo de vida saludable, contribuye a prevenir enfermedades no transmisibles y a mejorar el bienestar de los funcionarios/as.

En ese contexto, la alimentación es uno de los principales factores condicionantes de la salud, y es un acto fundamental para proporcionar la energía y el rendimiento en el día a día.

Cabe señalar que las necesidades nutricionales varían para cada persona en función a su edad, sexo y otras condiciones individuales, así como del tipo de actividades laborales que realiza. Por ejemplo, las que llevan a cabo actividades laborales sedentarias, es decir, que permanecen sentadas la mayor parte del día, la alimentación debe ser, preferentemente, liviana, cuidando que no haya un aumento extra de calorías, por el bajo gasto calórico que conlleva este tipo de trabajo. Se debe asegurar un equilibrio adecuado de todos los alimentos y sus nutrientes, siempre en cantidades moderadas.

 

Recomendaciones para una alimentación saludable en el trabajo

  1. Incluir todos los grupos de alimentos: Un plato de comida saludable comienza incluyendo más verdura de lo acostumbrado, por lo que las ensaladas siempre deben estar presentes en la mitad del plato. La otra mitad se completa con proteínas (carnes magras, vacuna, de pollo, pescado, huevo) y carbohidratos preferentemente complejos (arroz, fideos, papa, batata, mandioca, harina de maíz). La bebida ideal para acompañar la comida es el agua, y como postre se puede optar por una fruta de estación.
  2. Cuidar el tamaño del plato: Se recomienda usar platos medianos para poder controlar las porciones.
  3. Respetar un tiempo y horario para comer: Para que la comida resulte saludable y agradable, no solo se deben tener en cuenta cuestiones dietéticas, también es necesario que se dedique un mínimo de 40 minutos a la comida del mediodía, que se coma despacio y se mastique bien cada bocado. Conviene programar una hora fija para almorzar y respetarla siempre que sea posible. Al tomarse un tiempo adecuado para comer, hacerlo en compañía y en un ambiente agradable, el alimento se disfruta y cumple su función.

 

 

 

 

Fuente: Ministerio de Salud Publica y Bienestar Social

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