“No hemos sabido diseñar en estos últimos años un mecanismo de freno para las organizaciones delictivas y obviamente, cuando no hay mecanismos de control tan exigentes, no se limitan a un territorio para hacer negocios”, dijo Amarilla en diálogo con Nuestra Mañana por La Unión.
Comentó que un ejemplo de la expansión de organizaciones criminales del lavado de dinero hacia Asunción son las grandes inversiones inmobiliarias en los negocios en la zona conocida como “eje corporativo”, las cuales tienen todas esas características “por los volúmenes que se manejan”.
Además, citó como por ejemplo compras de estancias en el Chaco y aeródromos “que no son declarados”, así como la presencia de integrantes de organizaciones criminales en ciudades veraniegas como San Bernardino. “Esto no es de ahora. Esto tuvo una evolución de varias décadas. Se convirtió en un fenómeno de carácter nacional que se expande a todos los rincones del territorio”, expuso Amarilla.
En cuanto a lo sucedido en el anfiteatro de San Bernardino, donde un atentado por un conflicto entre narcotraficantes provocó la muerte de dos muertos (una de ellos fue Cristina Vita Aranda) y seis heridos, el experto dijo que se hubiese coordinado un trabajo conjunto entre la empresa encargada de la organización del evento (G5 Pro) y la Policía Nacional, de modo a garantizar seguridad tanto dentro como fuera del sitio.