La posible imposición de vestimentas como el burka y la muerte reciente de una joven tiroteada por los islamistas han sido dos de las razones que impulsaron a decenas de mujeres a protestar este domingo en Kabul contra la opresión de los talibanes.
“¿Por qué asesinaron a Zainab?”, decía uno de los carteles que portaban las manifestantes, mientras otra escenificaba la muerte de la joven vestida con un burka blanco salpicado de rojo. Zainab Abdullahi murió esta semana cuando regresaba de una boda, después de que los talibanes abrieran fuego contra su vehículo en un barrio de la atacada minoría hazara en Kabul, según denunció en un vídeo difundido en las redes sociales su hermana Fatima Abdullahi.
Las denuncias de las manifestantes no se limitaron al asesinato de Zainab o de otras mujeres en Afganistán, también protestaron por la continua supresión de las libertades femeninas, como el impedimento de que las estudiantes de secundaria vayan a la escuela o que las trabajadoras gubernamentales acudan a sus puestos. Además, critican la posible imposición del burka en lugar del velo islámico, según varias recomendaciones difundidas recientemente, o la imposibilidad de que una mujer vaya en un vehículo si no es acompañada por un miembro masculino de su familia.
La manifestación fue disuelta violentamente por las fuerzas de seguridad, que en esta ocasión usaron gas pimienta contra las manifestantes.
Detrás de muchas de estas regulaciones contra las mujeres está el Ministerio de Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio, que ya había sido una de las instituciones más temidas durante el primer régimen talibán entre 1996 y 2001, recordado por las duras medidas que recluyeron a las mujeres en el hogar, prohibieron la música, y castigaron con dureza todo lo que fuera considerado antislámico.
Con información de EFE, AFP y Deustche Welle.