Goiburú aclaró inicialmente que no fueron fuerzas de gendarmería las que atacaron al joven compatriota, sino efectivos de la Prefectura Naval, que son “las que tienen el ámbito de actuación jurisdiccional fronterizas en el agua”.
En ese sentido, indicó que, de acuerdo con el informe enviado por las autoridades del vecino país, los agentes de la Prefectura Naval dieron la orden de alto incluyendo disparos intimidatorios hacia el suelo y, ante el caso omiso de los compatriotas, realizaron los disparos directamente contra ellos.
Según testigos, en realidad se produjeron más disparos que los detallados en el informe.
Como siguiente paso en la investigación, Goiburú aseveró que la Cancillería aportará datos “de acuerdo a las solicitudes que realiza el juzgado federal de Oberá, que es el encargado del lado argentino”, en tanto que del lado paraguayo “se debe haber sustanciado una denuncia”. “La justicia va a requerir un informe de ambas partes para llevar a cabo la investigación, determinar culpabilidades y por qué”, dijo el cónsul en conversación con Nuestra Mañana por La Unión.
Indicó que esta práctica de cruces ilegales es muy común por parte de los paraguayos rumbo a la Argentina, ya que muchos pretenden evitar la excesiva burocracia para atravesar los pasos fronterizos permitidos.
El caso
El ciudadano paraguayo Rodrigo Fabián Caballero Irala, de 22 años, navegaba a bordo de una embarcación sobre el río Paraná en compañía de un familiar y un “pasero”. Al momento de llegar al otro lado de la frontera, fueron recibidos con disparos de arma de fuego por parte de agentes de la Prefectura Naval, según relató Celina Escobar, prima del fallecido y quien estaba en el lugar acompañando a la víctima.