Para evitar la deshidratación, se recomienda aumentar el consumo de agua potable en temporada de altas temperaturas. Dependiendo del grado de deshidratación, pueden aparecer síntomas como, mareos, dolores de cabeza y cansancio. Así que, si presenta uno de estos malestares puede que le esté faltando beber agua.
Es importante, además, tener en cuenta, que la alimentación en esta época del año debe estar compuesta por comidas livianas y fáciles de digerir, también debe ser rica en agua y líquidos, lo cual ayudará a soportar mejor el calor y a brindar mayor sensación de bienestar.
A fin de contribuir con la correcta hidratación, conozca algunas alternativas de alimentos ricos en agua y con otras propiedades para reforzar el consumo diario del líquido vital: lechuga, pepino, piña, tomate, manzana, frutos cítricos, sandía, melón y otros.
Además de las frutas, verduras y líquidos, también deben formar parte de la alimentación diaria los cereales, las carnes magras, la leche, yogur y quesos frescos, siempre manteniéndolos a una temperatura óptima para evitar romper la cadena de frío.
Es importante recordar que, beber jugo de frutas, si bien es saludable, no sustituye el requerimiento de agua que el cuerpo necesita.
Igualmente, el consumo de tereré no reemplaza la cantidad de agua que precisa el organismo para mantenerse hidratado, ya que, el mate o tereré se consideran una infusión y en algunos organismos podría actuar como un estimulante diurético en los primeros mates.
Cuidar la higiene al manipular alimentos
Durante el verano también existe mayor riesgo de contraer las denominadas Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETAS). Éstas se manifiestan generalmente con diarreas y/o vómitos unas horas o inclusive días después de la ingesta de alimentos o agua contaminados, motivo por el cual las medidas primordiales que se deben adoptar son la correcta conservación (mantener cadena de frío) y manipulación de los alimentos.