“Tuvimos un año complicado porque no repuntaron los ríos. Las condiciones climáticas no ayudaron para nada y obviamente eso tuvo su repercusión en la navegación y también en la producción. Los productores me dicen que vamos a cerrar con 1 millón de toneladas menos de soja”, dijo Muñoz en contacto con Enfoque 800 por La Unión.
Indicó que este escenario crítico se acentuaría el año próximo, ya que las previsiones meteorológicas no son favorables para la producción, especialmente para los primeros meses del 2022. “Son fenómenos que están durando más allá del tiempo normal habitual y el panorama se complica mucho en cuanto a posibles repuntes”, expresó Muñoz.
El presidente del Centro de Armadores Fluviales señaló que, así la situación, lo que resta es “convivir con esto y trabajar dentro de este difícil escenario”, hasta tanto mejoren las condiciones.