“Surgió de repente nomás. Fue una idea loca, pero resultó. Este año nomás surgió”, dijo la señora Gloria, cuyo local se dedica a la venta de artículos de santería. Indicó que cada silla tiene un costo de alquiler de G. 10.000 sin límite de tiempo. “Puede usarla hasta la hora que la persona esté”, afirmó.
Afirmó que, en lo que va del Novenario, han llegado a alquilar hasta 100 sillas en una jornada. “Yo alquilo sillas para alquilarlas de nuevo, pero le pongo una marca para identificar, ya que hubo gente que llevó. En estos días se nos perdieron cinco, así que tenemos que comprar otra vez”, aseveró Gloria.
En la explanada y en los alrededores de la Basílica, en donde también los feligreses presencian las misas, no hay sillas disponibles, por lo que, si no se trasladan hasta allí con sus sillas desplegables, deben quedarse de pie, informó el periodista de La Unión Diego Palacios.